El señor de los anillos

Me retracto. Os dije que iba a empezar el año con un Reverte. No es así. Después de sufrir el antojo de ver la trilogía de El señor de los anillos, cómo no, me han entrado ganas de leer los libros. Nunca me entusiasmaron (es la tercera vez que los leo), pero leyéndolos con calma, degustándolos, se disfrutan más. Ya llevo un tramo del primero, que sirve como presentación de la historia.

Luego vendrán los siguientes. A poder ser, del tirón. También sigo dándole vueltas a mi primera novela de 2015. Sigo en crisis creativa. A medio camino entre el desánimo y la vagancia. Necesito leer unos cuantos libros, a ver si alguno me devuelve la inspiración. Cuando llegue, estaré con ganas. Como diría alguno (o no), me sobran ganas pero me faltan ideas. Ahí ando, entre lectura y lectura, enfrentado al papel en blanco que, por ahora, sonríe. Quizá vengativo, tal vez nervioso, sabedor de que un día, como ya lo hizo varias veces en el pasado, caerá derrotado.

¨Me hace feliz que estés aquí conmigo. Aquí, al final de todas las cosas¨.



Un abrazo, blogonautas.

Comentarios

  1. Yo me lei los libros antes de ver las peliculas en el cine y me encantaron pero si tuviera que leerlos ahora me pasaria directamente a las peliculas xD

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que no son fáciles de leer. Requieren esfuerzo, pero la aventura bien lo merece.

      Un saludo, Neftis.

      Eliminar
  2. ¡¡¡Hola!!! Verdad, leyéndola con calma de paladea mejor. Es una obra densa como un bosque cerrado. Y vaya, la novela es infinitamente mejor que las películas, que me gustaron.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es densa, en efecto. Pero es una aventura maravillosa que merece y mucho la pena.

      Un abrazo, Igor.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares